La dieta cetogénica es una estrategia alimentaria que ha alcanzado fama en los últimos años gracias a su capacidad para alterar la fisiología energética y estimular la pérdida de peso, además de mejorar diversos aspectos de la salud. Este régimen se basa en una alta proporción de lípidos, una ingesta equilibrada de proteínas y una disminución notable de hidratos de carbono, lo que obliga al cuerpo a adaptarse a una nueva fuente energética. Originalmente desarrollada para el terapia de epilepsia pediátrica, la dieta cetogénica ha evolucionado hasta convertirse en una vía para quienes buscan controlar el peso, mantener el azúcar en sangre estable y optimizar el rendimiento físico y mental.
Al reducir los hidratos de carbono, el organismo se ve condicionado a utilizar las grasas almacenadas para generar energía, proceso que se traduce en la formación de cuerpos energéticos alternativos. Esta respuesta del metabolismo no solo facilita la quema de grasa, sino que también puede tener efectos favorables sobre la función cognitiva y la respuesta inflamatoria. La popularidad de este régimen ha impulsado el desarrollo de variados menús y estructuras dietéticas, que facilitan a las personas incorporar la dieta cetogénica en su vida diaria de manera flexible y sabrosa.
La base científica de la dieta cetogénica se basa en la estado de cetosis, en el que el cuerpo altera su motor energético. Al limitar severamente los carbohidratos, las reservas de glucosa se reducen y el organismo recurre a la degradación de compuestos grasos. El hígado juega un papel central, ya que transforma las grasas en cuerpos cetónicos, que son utilizados por el cerebro y otros órganos para obtener energía. Durante este proceso se produce un ajuste profundo del sistema metabólico, que conlleva una mayor eficiencia en el uso de las reservas lipídicas.
Este cambio metabólico puede desencadenar, en las primeras etapas, efectos secundarios moderados que algunas personas describen como cansancio o malestar similar a un resfriado metabólico. Con el transcurrir del tiempo, a medida que el organismo se adapta, dichos síntomas desaparecen y se experimenta una positiva transformación en la energía y la claridad mental. La capacidad del cuerpo para adaptarse al uso de grasas y transformar los lípidos en energía de forma efectiva es uno de los fundamentos que sustentan el logro de la dieta dieta keto cetogénica.